lunes, 16 de junio de 2008

Boletín N° 1 / Editorial

Queridos compañeros, dedicaremos este boletín al centenario del natalicio de Salvador Allende, próximo a cumplirse el 26 de Junio del 2008. Nos hemos abocado a la tarea de desarrollar una serie de actividades recordando el papel y la trascendencia histórica que nos dejó su pensamiento latinoamericanista y humanista; su obra múltiple para las futuras generaciones, su idea sobre el Socialismo. Su ejemplo heroico quedó impregnado en muchas generaciones de jóvenes que hoy necesitan profundizar sobre el legado del presidente caído en La Moneda.

En América y el mundo hoy, se suman muchas voces retomando su bandera de lucha, enfrentándose al poderío de Estados Unidos que niega al trabajador del campo y la ciudad, a mineros, artesanos, pescadores y pueblo en general, el derecho a elegir procesos democráticos como el Venezolano, Ecuatoriano y Boliviano. Pueblos que no han implantado un modelo empobrecedor y aplastante neoliberal, que han escogido democráticamente a sus presidentes para llevar adelante procesos de cambios y transformaciones, nacionalizando sus recursos naturales, implantando la reforma agraria y desarrollando estrategias para lograr una equidad entre todos sus ciudadanos.

Cuba, faro de tantas batallas, se suma al homenaje. La amistad entre Allende y Fidel es imperecedera. Estos dos hombres, por vías totalmente opuestas llevaron a hechos la toma del poder revolucionario. Dos hechos de impacto mundial: el triunfo de la Revolución Cubana en las propias narices del Imperialismo y Allende, por la vía pacifica, el voto democrático sin desarticular ni derribar ninguna estructura del aparato burgués imperante.

Nuestros países fueron fuertemente atacados por la CIA y el Imperialismo Norteamericano en su temor porque no proliferara el comunismo en el continente Americano.
Han pasado muchos años desde los hechos de La Moneda, nuestros pueblos han transitado por experiencias difíciles, las desilusiones, las trasgresiones de la propia Izquierda Latinoamericana, la falta de confianza y el derrumbe del Campo Socialista, fueron hechos significativos que detonaron con la creencia de la existencia y continuidad del Socialismo, poniendo en duda su real salvación. Cuba nuevamente es el punto de mira de muchos países del mundo. Políticos, analistas, investigadores y un sin fin de estudiosos vaticinan la caída inminente de la Revolución Cubana al no existir los “Países Socialistas” del Este, pero Cuba sale airosa demostrando al mundo la confianza absoluta del pueblo cubano en su líder Fidel.

Las circunstancias han ido variando y la confianza se ha ido recuperando en la medida que nuestros pueblos han despertado y luchan por la integración latinoamericana.

Por estos sueños luchó y murió Salvador Allende y hoy más que nunca hacemos nuestras sus palabras: “… tengo la certeza que la semilla que entregaremos a la conciencia digna de miles y miles de chilenos no podrá ser cegada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen, ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos …”


Lic. Carlos (Tato) Ayress
Presidente de la Casa Memorial Salvador Allende

Boletín N° 1 / Allende el Revolucionario

por Eduardo Mancera (Santiago de Chile, 11/05/08)

1.- El 26 de junio se cumple el centenario del nacimiento de Salvador Allende G., gran estadista chileno cuyas ideas dejaron honda huella en las luchas del pueblo de Chile y de América Latina. Fue protagonista de una época apasionante en que la clase obrera tomaba conciencia de sí y de su responsabilidad histórica en la construcción de una sociedad de carácter socialista. Fue testigo de las crisis que condujeron al sistema capitalista a la Primera y Segunda Guerra Mundial, en tanto el mundo veía cómo las ideas revolucionarias de Marx y Engels se materializaban en Rusia y nacía el primer Estado Socialista bajo la conducción de Lenin. Tras la Segunda Guerra Mundial, surgió el campo socialista. Se desmoronó el sistema colonial del imperialismo como consecuencia de la lucha desarrollada por fuertes movimientos de liberación nacional en Asía, África y América Latina. La revolución cubana marcó un hito indeleble en el continente americano y su ejemplo estimula este proceso liberador antimperialista.

1.1.- El joven Salvador Allende, ya médico de gran sensibilidad social, fue nombrado Ministro de Salubridad del Gobierno del profesor radical y masón, Pedro Aguirre Cerda. En el fragor de la Segunda Guerra Mundial, comprendió y adhirió a la concepción del marxismo, ideario por el cual sacrificó su valiosa existencia. Con una honestidad moral no frecuente en el Chile actual, decía “No soy un gran teórico marxista, pero creo en los fundamentos esenciales, en los pilares de esa doctrina, en el materialismo histórico, en la lucha de clases”, … “pienso que el marxismo no es una receta para hacer revoluciones; el marxismo es un método para interpretar la historia. Creo que los marxistas tienen que aplicar sus conceptos a la interpretación de sus doctrinas, a la realidad y conforme a la realidad de su país”(1). Tal precisión conceptual no requiere intérpretes, aunque sí generó muchos detractores, incluso dentro de su propia organización política y al interior de logias masónicas.

2.- El magistral discurso pronunciado en la Asamblea General de las Naciones Unidas el 4 de diciembre de 1972, sólo nueve meses antes del Golpe Militar Fascista, sintetiza su pensamiento social y político acerca del mundo y de la revolución socialista. Constituye un verdadero documento histórico que debiera ser conocido y analizado por las nuevas generaciones.

2.1.- Allí definió las características del proceso revolucionario que se desarrollaba en su país. Como toda revolución, la que se impulsaba en Chile tenía rasgos específicos. Por de pronto, se había conquistado sólo la parte ejecutiva del Poder político por medio del sufragio, hecho inédito hasta entonces en otros procesos revolucionarios. La propia institucionalidad burguesa contenía aspectos positivos que el pueblo había conquistado a través de sus luchas y sacrificios. Por esos resquicios se procedió a profundas transformaciones económico-sociales que creaban condiciones favorables para la construcción de una futura sociedad socialista. Se procedió al rescate de las riquezas fundamentales del país en poder de grandes consorcios económicos imperiales. La nacionalización del cobre fue el hito de mayor trascendencia. Las fuentes fluviales y energéticas, el agua potable, las riquezas mineras más importantes, los principales centros monopólicos de distribución, el comercio exterior, las grandes industrias monopólicas y las instituciones bancarias más gravitantes, pasaron a poder del Estado. Fue profundizada la reforma agraria, poniendo término al latifundio y desarrollando cooperativas agrícolas dirigidas por los propios campesinos, decenas de miles de hectáreas fueron devueltas a los pueblos originarios, a la vez se crearon centros locales de asistencia tecnológica. La salud y la educación en todos sus niveles tuvo atención preferencial, se generalizó la educación de adultos y de trabajadores, creándose condiciones especiales en las mayores industrias, el proceso de reforma en las universidades impulsaba la integración de las universidades al desarrollo socioeconómico nacional. Los trabajadores asumieron decisivos roles en la dirección de las empresas estatales, los pobladores y dueñas de casa en las poblaciones. Es decir, eran cambios profundamente democráticos, con la participación creadora de los diversos estamentos populares, a la vez que emergían organismos que eran verdaderos gérmenes de poder popular.

2.2.- Todas estas realizaciones no hubiesen sido posibles, según afirmó Allende, sin contar con la unidad de la clase obrera y de todos los trabajadores junto al pueblo y a la unidad de sus expresiones políticas. La Central Única de Trabajadores y la Unidad Popular desempeñaron un rol decisivo.

3.- Particular vehemencia alcanzaron las acusaciones que hizo ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, de las maniobras del imperialismo y de la oligarquía criolla para impedir las transformaciones que el gobierno popular impulsaba. “Y frente a los recientes atentados contra nuestra soberanía, hemos recibido fraternales demostraciones de total solidaridad. A todos, nuestro reconocimiento. Cuba socialista, que sufre los rigores del bloqueo, nos ha entregado, sin reservas, permanentemente, su adhesión revolucionaria”(2). Más adelante agregaba: “Chile se siente profundamente solidario con América Latina, sin excepción alguna. Por tal razón, propicia y respeta estrictamente la política de no intervención y de autodeterminación que aplicamos en el plano mundial. Somos partidarios de la complementación y de la integración de nuestras economías”(3).

4.- Al hacer este sucinto recuerdo del ideario y acción del Compañero Allende, se tiene presente lo que es el Chile de hoy bajo los gobiernos concertacionistas. Muchos de sus dirigentes políticos y partidos que ayer integraron la Unidad Popular con responsabilidades de gobierno y que padecieron persecuciones y exilio y que contaron con la más amplia ayuda internacional, especialmente de la comunidad socialista, europea y latinoamericana, al regresar del exilio olvidaron y/o renegaron sus ideas revolucionarias de antaño. Las semanas y días inmediatamente anteriores al golpe militar, llamaban con encendidos e irresponsables discursos, al levantamiento armado contra el imperialismo y la oligarquía. Hoy son obsecuentes servidores del imperio y de la oligarquía. Una vez en el gobierno mantuvieron la Constitución impuesta por la dictadura y terminaron con casi todas las empresas que el Gobierno de Salvador Allende había nacionalizado. Hasta las empresas vitales y estratégicas fueron entregadas a la voracidad siempre insaciable de intereses trasnacionales y/u oligárquicos. Algunos de ellos se han asociado a intereses financieros nacionales o extranjeros, otros se han convertido en asesores de organismo internacionales dependientes del imperio. Las tierras entregadas a los campesinos regresaron a manos de los antiguos latifundistas o fueron entregadas a los nuevos capitalistas del campo. La educación también fue privatizada y convertida en mercancía no asequible a los desposeídos. La clase obrera y el conjunto de los trabajadores perdieron sus derechos más importantes. Entre ellos: la estabilidad laboral, el derecho a la organización sindical, el reajuste de sus salarios, el respeto a la jornada laboral de ocho horas. Se ha llegado al descaro de financiar medios comunicacionales como El Mercurio que siempre ha estimulado la sedición y los golpes de Estado. En estos días, consecuentes con tendencias de derecha al interior de la democracia cristiana y tecnócratas formados en universidades estadounidenses, se pretende terminar con la propiedad estatal sobre CODELCO, el principal mineral de cobre del país. Ni siquiera la dictadura de Pinochet fue capaz de implementar aquello que hoy aventuran algunos sectores concertacionistas. El alto precio internacional de este metal estimula la voracidad del capital.

Curiosamente, hoy nadie menciona aquello que el transcurrir de los años ha ido descubriendo con pruebas fehacientes que surgen desde el propio imperio: el gobierno democrático de Salvador Allende fue derrocado por el fascismo, la antidemocracia, con la participación de la oligarquía y sus destacamentos militares no sólo de Estados Unidos y países europeos, sino también con la participación directa de regímenes latinoamericanos. Hoy en Chile es mal visto por el stablishment siquiera mencionar que el sistema que se sostiene fue producto de la victoria de la antidemocracia sobre la voluntad popular.

4.1.- Como se puede apreciar, los grandes logros alcanzados durante el Gobierno presidido por el Compañero Presidente, Salvador Allende G., fueron destruidos por la dictadura, valiéndose de crueles persecuciones y exterminios. Aquello que no logró conseguir el terror, lo ha realizado la concertación y sus gobiernos, dos de los cuales han sido presididos por militantes socialistas. No es casual que el imperio y la oligarquía criolla se sientan tranquilos con los regímenes concertacionistas.

4.2.- En estos dos últimos años el descontento de los trabajadores, en especial los obreros subcontratados del cobre y de las trasnacionales de la madera, pobladores sin casa, juventud estudiantil de enseñanza media, universitaria y de institutos tecnológicos, funcionarios públicos y de la salud, ha ido en ascenso. La desconfianza hacia los partidos políticos del sistema se ha acrecentado conforme se revelan elementos de corrupción en organismos públicos. Los partidos políticos de derecha no han logrado capitalizar el descontento. Los partidos de la llamada izquierda extraparlamentaria no logran aún levantar cabeza carentes de una sólida concepción ideológica. La Concertación, a pesar de todo y ante el temor de regímenes dictatoriales y divisiones, continúa como el posible referente político en el país.

4.3.- En este escenario, uno de los principales legados de la gesta que llevó a Salvador Allende y la Unidad Popular al gobierno, radica en la organización social y de clase. Ambos elementos de presencia precaria en la estructura política del Chile actual. Cierto es que existe una gran cantidad de pequeños, atomizados grupos sociales que intentan de los derechos ciudadanos.
De otra parte, la atomización social y la debacle del del sistema socialista, llevaron al abandono de aquella ideología que abrazara el presidente mártir, transformándose en una de las grandes victorias del fascismo sobre el movimiento popular: la desaparición de la organización social y la dilución del concepto mismo de la clase social revolucionaria.

4.4.- Los gobiernos concertacionistas por su política amistosa hacia el imperialismo (estadounidense y europeo) se ha aislado del concierto latinoamericano. No es casualidad que se le considere junto al régimen de Uribe en Colombia, como el Israel latinoamericano. Deplorable comparación, pero a ello ha contribuido la política oportunista y genuflexa de la socialdemocracia y del socialcristianismo al interior concertacionista. Mientras en América Latina y el Caribe crece el descontento antiimperialista y antineoliberalismo, en Chile se le rinde obediencia y pleitesía a quienes causaron el derrocamiento del Gobierno Popular del Compañero Allende. Es una actitud vergonzosa. Se ha llegado al extremo de no solidarizar con las conquistas democráticas y soberanas de los pueblos de Venezuela, Bolivia y Ecuador. Contrariando el ideario de Salvador Allende se ha permitido el descaro de denostar a sus gobernantes elegidos por la voluntad de sus pueblos.

5.- Sectores de la Concertación y del Gobierno, muy especialmente afines al Partido Socialista, preparan homenajes al centenario del Compañero Salvador Allende. Siempre ha ocurrido con los grandes revolucionarios. En vida se les ha combatido y denigrado, las cárceles y persecuciones no les han sido ajenas. Cuando muertos se les rinde honores y se les convierte en íconos desprovistos del ideario revolucionario. En esta virtud, las fuerzas populares no permitirán que la figura de Salvador Allende, el Revolucionario de Chile y América, sea despojado de su ideario.

NOTAS.-
1. cit. de José A. Buergo Rodríguez: “Salvador Allende: aristas de su pensamiento”. Rebelión 30-09-2007
2. Salvador Allende G.: “Discurso en la Asamblea General de Las Naciones Unidas. 4-12-1972
3. opus. cit.

Boletín N° 1 / Poesía

Por Mario Benedetti

PARA MATAR AL HOMBRE DE LA PAZ

PARA GOLPEAR SU FRENTE LIMPIA DE PESADILLAS

TUVIERON QUE CONVERTIRSE EN PESADILLA

PARA VENCER AL HOMBRE DE LA PAZ

TUVIERON QUE CONGREGAR TODOS LOS ODIOS

Y ADEMÁS LOS AVIONES Y LOS TANQUES

PARA BATIR AL HOMBRE DE LA PAZ

TUVIERON QUE BOMBARDEARLO HACERLO LLAMA

PORQUE EL HOMBRE DE LA PAZ ERA UNA FORTALEZA

PARA MATAR AL HOMBRE DE LA PAZ

TUVIERON QUE DESATAR LA GUERRA TURBIA

PARA VENCER AL HOMBRE DE LA PAZ

Y ACALLAR SU VOZ MODESTA Y TALADRANTE

TUVIERON QUE EMPUJAR EL TERROR HASTA EL ABISMO

Y MATAR MAS PARA SEGUIR MATANDO

PARA BATIR AL HOMBRE DE LA PAZ

TUVIERON QUE ASESINARLO MUCHAS VECES

PORQUE EL HOMBRE DE LA PAZ ERA UNA FORTALEZA

PARA MATAR AL HOMBRE DE LA PAZ

TUVIERON QUE IMAGINAR QUE ERA UNA TROPA

UNA ARMADA, UNA HUESTE, UNA BRIGADA,

TUVIERON QUE CREER QUE ERA OTRO EJERCITO

PERO EL HOMBRE DE LA PAZ ERA TAN SOLO UN PUEBLO

Y TENIA EN SUS MANOS UN FUSIL Y UN MANDATO

Y ERAN NECESARIOS MAS TANQUES MAS RENCORES

MAS BOMBAS MAS AVIONES MAS OPROBIOS

PORQUE EL HOMBRE DE LA PAZ ERA UNA FORTALEZA

PARA MATAR AL HOMBRE DE LA PAZ

PARA GOLPEAR SU FRENTE LIMPIA DE PESADILLAS

TUVIERON QUE CONVERTIRSE EN PESADILLA

PARA VENCER AL HOMBRE DE LA PAZ

TUVIERON QUE AFILIARSE SIEMPRE A LA MUERTE

MATAR Y MATAR MAS PARA SEGUIR MATANDO

Y CONDENARSE A LA BLINDADA SOLEDAD

PARA MATAR AL HOMBRE QUE ERA UN PUEBLO

TUVIERON QUE QUEDARSE SIN EL PUEBLO

Boletín N° 1 / Allende NO está Presente

Por Bernardo (Maipú, Chile, Mayo 2008)

Antes de expresar mis percepciones con respecto a la presencia de Salvador Allende en la cotidianeidad de Chile, tal vez sea necesario aclarar que quien expresa estas opiniones no se caracteriza por ser un optimista, además de que estas opiniones están condicionadas por las condiciones en las cuales nos toca vivir en esta sociedad capitalista que nos somete a la desinformación y a la esclavitud de la falta de tiempo para tener una visión más global de los fenómenos sociales. Por lo demás, es necesario aclarar que en esta esquina de América está comenzando el invierno con sus días grises y fríos lo que inevitablemente influye en el estado de ánimo de las personas.

Cuando se acerca el centenario del natalicio de Allende, nos llama a la reflexión sobre su figura y lo primero que podemos constatar es que Allende está instalado como una figura inevitable de la historia de Chile, lo que sin duda marca su triunfo por sobre los traidores que bombardearon La Moneda hace ya 35 años, y también, sobre aquellos que promovieron y apoyaron su gobierno y su proyecto de construcción del socialismo en Chile y hoy se encuentran en la vereda de enfrente, financiados por el imperialismo, promoviendo el capitalismo, despojando al pueblo trabajador de todos los derechos y conquistas logradas durante el Gob. Popular, lamiendo el culo y las billeteras de sus patrones globales.

También podemos afirmar que durante los diecisiete años de dictadura su figura y ejemplo, fueron guía para toda una generación. Sin embargo es después de la dictadura y paradójicamente en el gobierno del “sociolisto” Ricardo Lagos, que el demócrata, revolucionario y consecuente compañero presidente Allende, comienza a transformarse en figura decorativa despojado de todo contenido. Hoy cada vez que los aparatos oficiales, de gobierno o de los partidos socialista, comunista u otro que se diga de izquierda, hablan de Allende lo hacen en tiempo pasado, casi asimilado a las figuras cristianas inmoladas solo por una cuestión de fe. Ya nadie habla de su ideología, de sus sueños para Chile, de nacionalizar el cobre y todas las riquezas básicas del país, nadie recuerda su antiimperialismo, su solidaridad activa con los pueblos que luchan. (ayuda a los compañeros sobrevivientes de la guerrilla boliviana del Ché, fundación de la OLAS, etc.

Por otra parte, lo más trágico, lamentable y difícil de admitir es que los sectores que hemos pretendido mantener flameando la bandera de la revolución, nos hemos dejado avasallar por la maquinaria burguesa y reformista de propaganda y desinformación. Es así como hoy este sector del pueblo tampoco se atreve a tomar, rescatar y revalidar la figura y el legado de Allende, por considerarlo un reformista, o a lo más un ingenuo bien intencionado, pero incapaz de comprender las circunstancias reales en las cuales se daría el enfrentamiento definitivo de la revolución chilena. Hoy, para esta izquierda que se dice revolucionaria es mas fácil mirar para el lado y hacerse los desentendidos con la figura de Allende, dejando que otros la utilicen a su conveniencia electoral e incluso económica.

Es así, como en esta izquierda joven por lo cual Allende entregó su vida y en la cual depositó su confianza para recuperar la dignidad y conducir al pueblo chileno a un futuro de igualdad, libertad y justicia social, HOY ALLENDE NO ESTA PRESENTE.

Boletín N° 1 / Reflexiones sobre el Centenario del Nacimiento de Salvador Allende

Por Carlos Fuchslocher C. de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH) (Santiago de Chile, Abril del 2008)

Con Jacinto Nazal, amigo y compañero de tantas luchas, hemos estado conversando sobre el Chile actual a la luz del legado de Allende, cuestión cada día más vigente y atingente, habida cuenta que nuestra clase económica y nuestra clase política dominante nos quiere convencer a toda costa que estamos haciendo bien las cosas, matices más o matices menos, sobre la base de una mezcolanza híbrida de neoliberalismo y de socialdemocratismo.

Ante nuestra realidad de hoy cobra mayor realce la figura de Allende, por ejemplo, en el sentido que él encarnó junto a su pueblo durante toda su vida un proyecto soberano y popular de país, que luego materializó consecuentemente durante el Gobierno Popular que presidió constitucionalmente desde 1970 hasta el golpe fascista de 1973.

El genio y la figura de Allende está destinado a permanecer y ser siempre presente, al igual que en líderes inmarcesibles como un Fidel o un Che.

Nace el 25 de Junio de 1908 en el principal puerto chileno (Valparaíso), participa de asonadas estudiantiles, es detenido como estudiante y se titula de médico. A los 31 años el Gobierno Frente Popular del Presidente Pedro Aguirre Cerda (1938 a 1941) lo nombra Ministro de Sanidad. Toda su vida y hasta el final como Presidente, fue la propia de un luchador social y político consecuente e incansable, condición que corresponde destacar en un mundo en que al gran capital y a sus cómplices, sólo les interesa fomentar la alienación del tener sobre el ser.

Que el ejemplo de Allende como médico de lo público y solidario, de Allende como político y estadista, de Allende como revolucionario, siga siendo un paradigma, en medio de los claroscuros del mundo de hoy.

“ALLENDE NACIÓ HACE CIEN AÑOS PARA NO MORIR”

Boletín N° 1 / Mensaje Directo

Por Roberto Nazal
El Centenario no nos convoca a la nostalgia del pasado, sino a la recuperación del legado de Allende y del movimiento popular que encabezó para impulsar la realización de una tarea aún inconclusa.

Se hace necesario rescatar el sentido histórico y los valores políticos y morales que inspiraron a Allende y a su Gobierno Popular.

Boletín N° 1 / Allende la Cordillera

Por Alejandra Costamagna

Yo no conocí a Allende. Dice mi madre que lo conocí, que ella me llevó sobre sus hombros a más de una concentración donde habló Allende. Pero no me acuerdo. Con el tiempo, sin embargo, fui haciéndome una imagen muy precisa y delineada sobre el personaje. Que le dijeran el Chicho ya lo hacía buena tela. El Chicho, como quien dice el Pepe, el Flaco, el Tito. Mi padre hablaba con infinito respeto del Chicho. Decía Chicho con una entonación finita, como si afinara un koto japonés, se me ocurre. Y eso que mi padre es argentino.

O tal vez sea por eso, precisamente: porque mis padres eran extranjeros en esta tierra entonces y trabajaban en la Universidad Técnica del Estado, la combativa UTE, que hoy es la deslustrada Usach.Y mientras allá, allende la cordillera, todo se pudría en seguidilla de dictaduras militares de las que mis padres se habían salvado, acá, Allende la cordillera, todo florecía en el jardín del socialismo a la chilena que entonces parecía más que un puro sueño. Cierto que algo olía mal también por debajo, pero ése era un mensaje que nadie aún podía descifrar.

Yo escuchaba las conversaciones apasionadas en la mesa, palabras con énfasis nada más, y La batea o Las casitas del barrio alto sonando atrás, en los discos de Quilapayún y de Víctor Jara que después fueron sepultados quizás dónde, y los bailes en la mitad del living y el relajo en la cara de esos tipos que eran mis padres y sus amigos que llegaban en citroneta. O a lo mejor no era relajo, sino pura vida cotidiana sin miedo.

Puede que el recuerdo se haya infectado en el contraste con lo que vendría. El asunto es que el Chicho estaba ahí, como quien dice en el aire, y la gente andaba jaranera. Ésa puede ser otra distorsión de los recuerdos de los recuerdos de los otros, que son los que hoy reconstruyen la historia. La mejor parte del documental que hace justo un año estrenó Patricio Guzmán en Chile (“Allende” se llama, de hecho), es para mí la escena donde un hombre dice algo así como que el Presidente tenía enamorado al pueblo, que la Unidad Popular era toda una sociedad en estado amoroso.

Suena rico. Mi madre decía que era rico. Mis padres no tenían pitutos ni amigos del GAP y les costaba de repente conseguir las cosas, pero estaban ilusionados ellos y no querían ni mirar hacia el otro lado de la cordillera, pobre Argentina. Estaban en la república socialista del Chicho y eso bastaba.

Por debajo las cosas olían mal, es cierto: el Golpe ya venía. Yo no conocí a Allende ni viví el Golpe de Estado en carne propia. Pero de eso (o de las secuelas, más bien) sí que tengo recuerdos. Hay uno muy primario y muy pero muy encendido: una fila de hormigas marcha por el borde de una muralla y mi hermana, igual de chica que yo, las va aplastando una a una con su dedo índice mientras murmura “toque de queda, toque de queda, toque de queda”. El dedo le va quedando negro. Afuera ya está el pudridero. Pero ésa es otra historia.

Los pueblos siempre recuerdan, pero una forma de ayudarles (y ayudarnos) a recordar es describir como era el pasado, cuando aún era presente

Mario Benedetti

Boletín N° 1 / AGRADECIMIENTOS

Por Roberto Nazal


Realmente, agradecer en forma detallada a todas las personas que nos han colaborado en la ejecución y desarrollo de las actividades con motivo del centenario de Salvador Allende sería realmente extenso, no podemos dejar de agradecer a instituciones y organismos cubanos que nos brindaron todo su apoyo, a los artistas plásticos, a los trovadores e intelectuales, cuando fueron convocados para la celebración todos estuvieron dispuestos. Debemos también corresponder a nuestros compatriotas, que desde Chile fueron puntuales a nuestro llamado y dijeron presente con sus artículos y opiniones.

Creo que cabe destacar la actitud del trovador cubano Gerardo Alfonso que fue la actitud de todo el artista que apoya esta fecha. Se presentó en nuestra Casa para dar a conocer una canción hecha especialmente para esta ocasión y conocer nuestra opinión. Con respecto a su vista expresé en nuestro espacio “Amigos que nos visitan”: Con la simpleza de cualquier mortal nos visitó el destacado compositor y trovador cubano Gerardo Alfonso. Su finalidad era ofrecernos en calidad de primicia una canción dedicada a Salvador Allende y saber nuestra opinión, algo que quedará en la memoria de todos aquellos que tuvimos el privilegio de oírla por primera vez. Que poder decir y no caer en una falsa palabrería. Un agradecimiento eterno para su persona que al igual que los compañeros cubanos nos han ofrecido y dado todo, hasta sus canciones. Mil gracias a ellos, de corazón.

¡¡¡ A 100 años del nacimiento de Salvador Allende !!!
La REVOLUCIÓN es aún tarea pendiente

Gerardo Alfonso comparte con los integrantes de la Casa